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Guiada siempre por la fórmula:  "el derecho a tener derechos, derechos humanos más derechos colectivos" ha logrado posicionar las demandas de los pueblos indígenas de la Amazonía en la agenda nacional e internacional.

Los ashánincas fueron invisibles. Un pueblo indígena más de la Amazonía perdido entre los impenetrables bosques, los ríos silenciosos y la niebla.  Pero los asháninkas del río Ene, en la Amazonía Central del Perú, están ahí. Hace años comprendieron que ese “no ser vistos”, que les protegía pero les marginaba, había terminado. Y lo comprendieron de una forma dramática. Hombres del siniestro grupo terrorista Sendero Luminoso, cargados de armas y falsas promesas, esclavizaron por más de una década en medio de la selva a los asháninkas. Casi 6000 asháninkas fueron asesinados o murieron por hambre en los campamentos que Sendero Luminoso instaló en el río Ene. Seis mil de una población de once mil. Pero tras el impacto inicial, se organizaron y dejaron de ser invisibles para siempre. En Perú, la sociedad mayoritaria y nacional, despertó un día, y se encontró con los asháninkas.

Empezó otra historia, marcada por ese pasado de violencia y un presente lleno de desconfianzas y los prejuicios. Los asháninkas apostaron con valentía por organizarse en 17 comunidades y en una Central de Comunidades del Río Ene, la CARE (www.careashanika.org). Una organización donde las familias reunidas en asambleas proponen el rumbo hacia el buen vivir, el kametsa asaike, y el futuro de sus hijos.

Pero seguir ese rumbo, no es fácil. Su éxito depende de la improbable coincidencia de una visión común, una organización sólida y un líder que quiera coger con responsabilidad y coraje el timón. Los asháninkas del Ene han tenido esa suerte. En la gran asamblea del 2005, una mujer joven se atrevió a presentarse para dirigir la organización. Contra todo pronóstico, fue elegida. Ruth Buendía Mestoquiari se convertía en la presidenta de la CARE.

Ella también fue una de esas niñas que sufrió el asesinato de su padre y que una noche sin luna, con tan sólo 11 años, debió escapar de un campamento de Sendero Luminoso cargando con su madre enferma y con dos de sus hermanos pequeños. Hizo una pequeña y frágil balsa de troncos y la guio por las torrentosas aguas del Ene. Al amanecer estaba a salvo.

Ruth Buendía, ha demostrado ser prudente al mismo tiempo que firme. Guiada siempre por la fórmula: el derecho a tener derechos, derechos humanos más derechos colectivos ha logrado posicionar las demandas de los pueblos indígenas de la Amazonía en la agenda nacional e internacional. Por todo eso, ha sido amenazada y ha soportado con firmeza insultos e indiferencia. Pero nunca le faltó ni el apoyo de sus comunidades ni el de personas e instituciones que han reconocido su trayectoria.

Pero como Ruth siempre reconoce “todos estos logros hubieran sido imposibles sin el apoyo de mis comunidades y la lealtad y compromiso de nuestros aliados”. Ya hemos hablado un poco de las comunidades, pero ¿quiénes son esos fieles aliados?

Uno de ellos es el Programa de Desarrollo Alternativo en Satipo - DAS (www.das.org.pe), que la Unión Europea a través de un convenio bilateral con el Gobierno del Perú, desarrolla en la provincia de Satipo, región de la Selva Central del Perú. La CARE presentó y convenció por su calidad, en competencia pública y abierta, dos líneas de trabajo para desarrollarlas como socio de la iniciativa europea.Una de ellas fue el impulso del cacao ashaninka del río Ene. Un cacao orgánico que no encontraba el cauce adecuado para mostrarse al mundo. Hoy se escucha, “(…) increíble. Nos decían que los asháninkas no sabíamos trabajar y ahora nuestro cacao se va a otros países”.

“Kemito Ene” (kemito significa cacao), la asociación creada por la CARE que agrupa a casi trescientas entusiastas familias asháninkas que cultivan cacao, se ha empoderado gracias a la asistencia técnica y los equipos brindados por el DAS. Una iniciativa que con sabiduría combina el tradicional cuidado del bosque, con la exigencia del cacao de más alta calidad. Hoy en día el cacao de las familias del Ene llega hasta maestros chocolateros europeos.

Además CARE apostó por fortalecer otras organizaciones indígenas amazónicas en gobernabilidad. Con audacia diseñó un programa de formación que permite a jóvenes lideresas y líderes indígenas, adquirir las herramientas necesarias para proponer e incidir sobre las políticas públicas que les afectan. La Unión Europea, a través del Programa DAS, ha sabido estar a la altura del desafío y también fortalece esta trasformadora experiencia, que defiende el derecho de los indígenas a participar como ciudadanos, el derecho a ser también protagonistas.

Y para terminar esta travesía, el paso de la invisibilidad al protagonismo en alianza con actores como el DAS que permite y alienta que la voz del pueblo asháninka sea escuchada, regresemos a Ruth Buendía, a sus emocionadas y sentidas palabras en la ceremonia de entrega delos premios Goldman 2014:

“Por eso me dirijo a ustedes, para recordar al mundo que somos seres humanos, que cualquier bella palabra como justicia, desarrollo o libertad, debe ser pronunciada teniéndonos en cuenta”.

Programa DAS SATIPO

El Programa de Desarrollo Alternativo en Satipo – DAS, es un programa financiado por la Unión Europea y el Gobierno Peruano, implementado por DEVIDA (Comisión Nacional para el Desarrollo de Vida sin Drogas); por un monto total de 10,400.00 millones de euros en el marco de la Estrategia Nacional de Lucha Contra las Drogas – ENLCD 2012 – 2016.
El objetivo del DAS es contribuir a la reducción de la pobreza, a la promoción de la integración social y a la prevención de actividades relacionadas al cultivo ilegal de la coca.

Desde el inicio de sus actividades en la Selva Central del Perú el Programa ha financiado con el mecanismo de las subvenciones a las organizaciones de productores locales fomentando el cultivo del café y del cacao y facilitado el acceso a los mercados nacionales e internacionales, para mejorar los niveles de ingresos de los pequeños productores.
El fortalecimiento de las actividades productivas se respalda con un programa de titulación de tierras para garantizar a los pequeños productores el marco legal que asegure la tenencia de las parcelas en beneficio de las nuevas generaciones de emprendedores agrícolas.

Así mismo el Programa ha fortalecido la eficiencia de las instituciones locales con actividades de capacitación en gestión y administración pública.

Todos los proyectos y actividades se realizan en el pleno respeto del manejo sostenible de los recursos naturales y gestión del territorio atendiendo la demanda de las comunidades nativas aglutinadas alrededor de organizaciones indígenas locales.

Más información:

DAS SATIPO Project

Calle 1 N°320, Urb. Santa Leonor
Satipo - Junín -Perú

Teléfono: (051)064-546450

Web: http://das.gob.pe
E-mail: das@devida.gob.pe