Puerto Esperanza: Comunidad Indígena Ashéninka de Perú construye alianzas comerciales y hace uso sostenible de sus bosques
Discussion details

“La madera no se está talando como hacen los demás madereros. Acá es una comunidad certificada que está haciendo un plan de manejo (…) la comunidad ha hecho un trato con la empresa, ha seleccionado su propia madera y con lo restante se está pagando el servicio de la empresa” Carlos Vasquez. Presidente de la Federación de Comunidades Nativas Ashéninka de la Provincia Atalaya.
La comunidad Ashéninka Puerto Esperanza tenía el sueño de obtener ingresos por el uso de sus bosques sin entrar en relaciones inequitativas con negociantes de la madera, que son comunes en la Amazonía. Años atrás intentó el manejo a pequeña escala y, aunque aprendió mucho en el proceso, los ingresos fueron escasos. Además, se evidenció la debilidad organizativa interna para manejar negocios e ingresos comunales.

Así, con el apoyo de la Unión Europea a través del Proyecto "Amazonía Viva" ejecutado por WWF Peru, desde el año 2011, Puerto Esperanza apostó por el manejo a gran escala y por buscar alianzas con un sector hasta entonces visto con desconfianza: los empresarios madereros. Para hacerlo, la comunidad mejoró sus capacidades de controlar las operaciones y las negociaciones, a través de un equipo de monitores sociales, ambientales y administrativos. Y reforzó su articulación con su Federación, la FECONAPA, que le acompañó y oriento en las negociaciones.
Asimismo, la comunidad se aseguró de que los ingresos contribuyan al bienestar colectivo, y para esto diseñó de antemano un plan de inversión en necesidades comunales (salud, educación, transporte, equipamiento) y de asignación de fondos para cada familia en la comunidad. Finalmente, pensando en la sostenibilidad de sus bosques, la comunidad Puerto Esperanza apostó por la certificación forestal del FSC (Forest Stewardship Council).
Esto le permitió establecer sus primeros acuerdos con dos empresas certificadas, una de ellas - Consorcio Forestal Amazónico – CFA - colindante a sus bosques y con la cual realizó un contrato de operaciones que le permitió realizar ventas por 1.6 millones de dólares, con ingresos para la comunidad de aproximadamente 300 000 dólares. Sin embargo, a mediados de este año 2014, la empresa CFA se declaró en quiebra, terminando abruptamente su relación con la Comunidad con la cual ya habia desarrollado el plan anual para el tercer año de implementación.
Hoy en día, la Comunidad Puerto Esperanza mantiene viva su iniciativa de manejo forestal y está difundiendo su oferta de madera para el 2015, mientras continúa implementando su plan de inversión. Por el momento, existen tres empresarios interesados en trabajar con la comunidad.
“Es una alegría para nosotros tener algo que podemos ver y usar. Estamos contentos de estos nuevos locales que resultaron de la venta de nuestra madera certificada. Hay mucho más por hacer, esto es solo el principio, pero seguimos avanzando,” declaró Mario Vásquez, monitor ambiental de la comunidad.

Proyecto Amazonia Viva
Conservación y Valorización Participativa de los Bosques y sus Servicios Ambientales
Contexto
La Amazonia de Colombia y Perú alberga una mega diversidad biológica y provee bienes y servicios ambientales importantes a nivel local tanto como global. Estos se encuentran amenazados por el avance en la deforestación y la degradación, que llevan a la desaparición local de especies valiosas, al incremento de los niveles de pobreza y al aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero que contribuyen al cambio climático local y global. El gran reto es conservar los bosques de la Amazonía y a la vez utilizarlos sosteniblemente para el desarrollo de las comunidades.
Amazonia Viva busca fortalecer los mecanismos de gobernanza y marcos políticos que valoran todos los bienes y servicios provenientes de bosques en pie beneficiando a comunidades locales y reduciendo la deforestación y degradación forestal en la región amazónica de Colombia y Perú.
Logros
La comunidad Puerto Esperanza realizó cuatro acuerdos comerciales para la venta de 17 100.6 m3 de madera (13 especies) por un valor de 1.6 millones de US$, con ingresos para la comunidad de aproximadamente 300 000 dólares.
• Seis espacios de concertación entre actores de la gestión forestal fortalecidos en Colombia y Perú.
• El control social del manejo de los bosques en Atalaya y Madre de Dios fortalecido a través de dos Veedurías Forestales comunitarias Indígenas.
• Autoridades y proceso regulatorios relacionadas con la gestión forestal, al nivel nacional y regionales, fortalecidas con los aportes de la sociedad civil y con el apoyo técnico para el desarrollo o ajuste de sus herramientas de gestión.
• 600 personas capacitadas en temas de gestión y gobernanza forestal en Perú y Colombia
Socios
Datos
Duración: 3 años y 10 meses (Marzo 2011 – Enero 2015)
• Áreas de trabajo: Tarapacá en Colombia y en Perú las regiones de Ucayali y Madre de Dios, pero con acciones de incidencia en el ámbito nacional.
• 2 300 beneficiarios en los dos países: pobladores y organizaciones federativas indígenas, concesionarios y permisionarios de bosques, redes de actores no estatales o mixtas vinculadas a la gobernanza forestal, y funcionarios estatales
Contacto:
Ruth Silva
WWF Peru
Trinidad Moran 853 Lince
Tel: +51.1 440 5550
http://peru.panda.org/nuestro_trabajo/en_peru/amazonia/manejo_forestal_sostenible/amazonia_viva/
Log in with your EU Login account to post or comment on the platform.