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La industria de la moda representa entre el 2 % y el 8 % de las emisiones globales de gases de efecto invernadero y alrededor del 9 % de las pérdidas anuales de microplásticos en los océanos. En 2019, la UE fue uno de los mayores importadores mundiales de prendas de vestir con un valor acumulado de 80.000 millones de euros.1 Alrededor del 73 % de la ropa y los productos textiles para el hogar que se consumen en Europa se producen e importan de países socios como Túnez, Kenia y Sudáfrica.2 Capacity4dev entrevistó al equipo responsable del proyecto InTex, financiado por la UE y ejecutado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
El sector textil se considera una pieza fundamental de las industrias de Túnez, Kenia y Sudáfrica. Contribuye a más del 20 % del PIB de Túnez, mientras que en Kenia, la contribución del sector al PIB nacional creció del 10 % en 2019 al 15 % en 2022. El contexto de Sudáfrica es diferente con respecto al tamaño, ya que el sector textil y de la confección contribuye a menos del 3 % de su actividad manufacturera total. Sin embargo, teniendo en cuenta los subsectores de fabricación y venta al por menor, hay cientos de miles de empleos formales en toda la cadena de valor del sector textil en Sudáfrica.3
Las pymes en el punto de mira: caso InTex
Las pymes pueden ser flexibles y adaptables, y las innovaciones que realizan pueden llevarlas a la economía circular del futuro. Debido a que el mercado textil en África está creciendo de forma exponencial, preparar a las pymes para que sean innovadoras y circulares es fundamental.
En este contexto, el PNUMA ha puesto en marcha un proyecto de tres años de duración titulado Prácticas empresariales innovadoras y modelos enconómicos en la cadena de valor del sector textil (InTex). El proyecto se ha venido implementando desde septiembre de 2020 en Kenia, Sudáfrica y Túnez, y se complementa con el trabajo sobre los datos del inventario de ciclo de vida y el modelado a nivel mundial.
Lecciones aprendidas de InTex
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1. Las PYMES textiles necesitan apoyo personalizado para calcular el impacto medioambiental de sus productos y cambiar a modelos comerciales más sostenibles.
Para garantizar una competencia leal entre los fabricantes y mejorar la comparabilidad y la comunicación del comportamiento ambiental de los productos, la CE ha propuesto la metodología de la huella ambiental del producto (HAP) como forma predeterminada para evaluar y medir el impacto ambiental de los productos a lo largo de su ciclo de vida (desde la extracción de las materias primas hasta su producción, transporte, uso y eliminación).4
InTex ha permitido a las pymes del sector textil seleccionadas recibir asistencia técnica y asesoramiento para realizar un estudio de la HAP5 y calcular la huella ambiental de sus productos. Las pymes han aprendido cuáles son las necesidades y los requisitos para aplicar la HAP y se han beneficiado de la exposición a intercambios y conocimientos especializados internacionales. De este modo, las pymes han conseguido mantenerse a la vanguardia de los nuevos avances ambientales, mostrando liderazgo (por ejemplo, cumpliendo con los requisitos cada vez mayores de los compradores) y manteniendo una ventaja competitiva.
Además de la HAP, los enfoques de la ecoinnovación6 y la circularidad también han sido conceptos clave de InTex. Los intermediarios técnicos del PNUMA7 han organizado una serie de sesiones de formación para ayudar a las pymes a ser más innovadoras y circulares, así como para aumentar sus conocimientos sobre cómo pueden: i) acceder a nuevos mercados, ii) aumentar la productividad, iii) atraer nuevas inversiones, iv) aumentar la rentabilidad y, v) adelantarse a la normativa (por ejemplo, de la UE).
“Es muy importante crear ejemplos de casos de éxito que demuestren que las pequeñas empresas o una organización pueden pasar por metodologías como la HAP y la ecoinnovación. Creo firmemente que medir es saber. Si no puedes medir, no puedes mejorar. Por lo tanto, cuantificar el impacto e intentar mejorar según esos resultados es fundamental”. Juan Pablo Chargoy Amador, experto en gestión de ciclo de vida y director general del Centro de Análisis de Ciclo de Vida y Diseño Sustentable de México (CADIS)
2. Se necesita un mayor acceso a los datos medioambientales, socioeconómicos y del ciclo de vida.
A pesar de su importancia para la elaboración de políticas, no siempre se dispone de datos fiables, comparables o incluso interoperables en el caso de los países en desarrollo y las economías en transición. Al aumentar su acceso a los datos del inventario medioambiental y de ciclo de vida (ICV), las empresas y los responsables políticos pueden tomar decisiones mejor informadas y aplicar estrategias relevantes. Además, la evidencia de los impactos ambientales y socioeconómicos de los diferentes modelos económicos sostenibles en la cadena de valor del sector textil puede ayudar a cerrar la brecha científico-política y crear conciencia con respecto al posible impacto de adoptar y fomentar políticas y prácticas innovadoras sostenibles y circulares. Para la recopilación de datos, InTex proporciona apoyo a las pymes participantes. Claudia Giacovelli, responsable de programas del departamento de ciclo de vida, división de industria y economía del PNUMA, explica: “Hay muchos elementos técnicos en relación con la accesibilidad e interoperabilidad de los datos… Estamos creando un diálogo entre diferentes proveedores de datos, tratando de identificar las diferencias y conocer las brechas, para asegurarnos de que los datos del ICV son realmente comparables y para facilitar el uso de los datos desde la perspectiva del usuario”.
3. Utilizar procedimientos sólidos para identificar y colaborar con los intermediarios técnicos y las PYME beneficiarias a fin de garantizar un alto nivel de ambición e impacto.
El éxito de una intervención no siempre es un hecho. En el caso de InTex, se estableció una lista de criterios de selección junto con la CE para identificar a los socios del proyecto, incluidos intermediarios técnicos como el Centro Internacional de Tecnologías Ambientales de Túnez (CITET) y el Centro para la Eficiencia y Sostenibilidad de los Recursos Africanos (CARES). Los intermediarios técnicos no solo están familiarizados con el contexto del país y las autoridades nacionales, sino que también pueden apoyar a las pymes estableciendo una relación de confianza. Como menciona Zubeida Zwavel, directora ejecutiva del Centro para la Eficiencia y Sostenibilidad de los Recursos Africanos (CARES), Sudáfrica: “Cuando visitamos las empresas y nos relacionamos directamente con ellas, conseguimos comprender el negocio y el contexto en el que operan. Eso ha ayudado a conseguir ese toque personal para poder crear una relación con las organizaciones y las empresas. Una vez que tienes esa relación con las empresas, resulta un poco más fácil obtener información de ellas y hacerles entender que uno es un socio que les ayuda en su camino”.
Otro factor del éxito de InTex es la inclusión y contribución de múltiples partes interesadas nacionales. Como menciona Naziha Hassine, ingeniera general del Centro Internacional de Tecnologías Ambientales de Túnez (CITET): “Una de las cosas que ha funcionado bien es haber establecido un comité directivo nacional con representantes del gobierno, del sector privado y la sociedad civil para proporcionar orientación bajo todos los resultados del proyecto InTex. Además, la composición del comité directivo se ha ampliado teniendo en cuenta no solo un diálogo estrecho con las pymes del sector textil que participan en el proyecto InTex, sino también las sinergias con otros proyectos nacionales, regionales o internacionales relacionados con el sector textil. Por último, en colaboración con varias partes interesadas, se constituye un comité técnico dentro del CITET para el seguimiento del proyecto y el apoyo de cada empresa beneficiaria de manera individual y específica”.
Reflexiones finales
Lograr la circularidad en el sector textil requerirá modelos empresariales totalmente nuevos y marcos de políticas propicios para evolucionar de una industria que produce grandes volúmenes de artículos desechables hacia otra que produce artículos valiosos que se siguen usando durante un largo período antes de ser reutilizados o reciclados.
¿Qué nos depara el futuro? La respuesta sería aumentar la escala. Es necesario disponer de más datos de los subsectores del sector textil en Túnez, Kenia y Sudáfrica, pero también de otros países socios de África y de otros continentes. Un mayor número de pymes tendrá que adelantarse a los futuros requisitos normativos y a los cambios en el mercado, siendo capaces de adoptar y utilizar metodologías como la HAP y la ecoinnovación, y teniendo acceso a información como la legislación de la UE (por ejemplo, el mecanismo de ajuste en frontera por carbono, la estrategia de la UE para los productos textiles sostenibles, etc.).
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1 Los marcos políticos y las estrategias de la UE, como el plan de acción para la economía circular y la estrategia de la UE para los productos textiles sostenibles y circulares, promueven la colaboración internacional para reducir el impacto ambiental y social negativo.
2 Para más información, lea.
3 Para más información sobre Túnez, Sudáfrica y Kenia, lea aquí.
4 Lea más sobre la HAP aquí.
5 Un estudio de la HAP mide el impacto ambiental de un producto en un conjunto fijo de 16 categorías ambientales. Un estudio de la HAP proporciona recomendaciones sobre cómo mejorar el impacto ambiental del producto a lo largo de su ciclo de vida.
6 Obtenga más información sobre el enfoque de ecoinnovación del PNUMA.
7 Para la implementación de InTex, el PNUMA se asoció con cuatro intermediarios técnicos: el Centro Internacional de Tecnologías Ambientales de Túnez (CITET), la Universidad Moi, el Centro para la Eficiencia y Sostenibilidad de los Recursos Africanos (CARES) y el Centro Nacional de Producción Más Limpia de Sudáfrica (NCPC-SA).
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