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Mujer y Corrupción: Los impactos diferenciados de la corrupción en América Latina y el Caribe

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Trata y Corrupción por Berenice Romero Ohama.

Leyendo el artículo escrito por Ana Linda Solano y Borja Díaz titulado: "Funcionarios corruptos, un eslabón imprescindible en la trata de personas", me di cuenta que grafica claramente la realidad en la relación entre los delitos de Trata de Personas y Corrupción de Funcionarios en Perú.

Siempre nos preguntamos ¿por qué si existe una División Especializada en Trata de personas no se han obtenido resultados óptimos?, y pienso esto porque apenas tomamos conocimiento de la noticia criminal, disponemos la apertura de investigación y solicitamos se realicen las OVISE (Observación, Vigilancia y Seguimiento), que en un 60% aporta resultados negativos, encuentran los locales cerrados, no ubican la numeración o no se logra el objetivo porque supuestamente "hubo fuga de información", por ejemplo en un caso en el que obtuvimos orden judicial de allanamiento y detención para cuatro personas sólo se pudo ubicar a dos personas, posteriormente tomamos conocimiento qué las personas que huyeron del lugar sabían que la policía los iba a detener, eso nos pareció muy extraño porque no sabemos ¿quién brindó la información?, ¿acaso el secretario judicial que nos notificó la medida?, ¿un efectivo policial?, de lo único que estamos seguras es que no salió de la Fiscalía.

A esto cabe agregar, el fuerte rumor que corre que la policía se constituye a los locales nocturnos, bares, discotecas, night clubes, en los que se evidencia la explotación sexual y reciben un “cupo mensual”, “para no molestarlos”, “avisarles si hay algún operativo”.

Cuando la moneda de cambio es el favor sexual es más difícil de detectar, principalmente porque esto ocurre en un contexto de intimidad, no encontramos medios de prueba que lo corroboren y hasta las propias agraviadas lo niegan, dicen "…una chica que trabajaba acá pero ya no está", dándonos evasivas.

Por versiones de algunas jóvenes que hemos abordado como víctimas de Trata, hemos tomado conocimiento que, los locales son frecuentados por personal policial, que algunas chicas por orden del encargado deben “atenderlos”, sin embargo, no proporcionan nombres, ni características precisas de los efectivos policiales que acuden, expresando temor a la represalia, posible daño a ellas o a sus familiares.

Operativo contra la trata de personas para explotación sexual, Perú

Temor a las “influencias” con la policía es lo que advertimos también, pues las víctimas además piensan que no les va a pasar nada a los tratantes o explotadores por la vinculación con los efectivos policiales, por ello no brindan mayores detalles, es más piden que no se mencione lo que dijeron para no verse perjudicadas, (esto podría ser por el síndrome de indefensión).

    

Al respecto, recuerdo el caso de unas víctimas de nacionalidad venezolana, a quienes el tratante “las hacía intervenir” con patrulleros de la comisaría de la zona para que ellas sepan que la policía lo protegía y de esa manera no trataran de fugarse o denunciarlo, ellas lo asimilaron así y en un primer momento no querían denunciar, mucho menos brindar su declaración.

Otro caso, es el de una adolescente de 14 años, quien al momento del allanamiento del inmueble donde se encontraba y la detención del tratante nos explicó que “…los policías (de la comisaría de la zona) vienen seguido a buscarlo, son sus amigos y él siempre les da dinero”, por ello en dos oportunidades que se escapó la regresaron a manos del tratante, pidió que esto no se mencione porque le iban a hacer daño a su mamá y a su hermana menor, versión que de alguna forma fue corroborada por el detenido, quien en un primer momento nos preguntó si lo llevarían a la comisaría de la zona y si el instructor del caso era el técnico A o B, grande fue su sorpresa cuando le indicamos que el caso estaba a cargo de la unidad especializada de Lima, (contra este sujeto hemos obtenido sentencia condenatoria de 28 años de pena privativa de libertad por Trata de Personas).

Una experiencia más, la tuvimos en el mes de mayo del año pasado (2019), ante la detención de 6 personas que en 4 discotecas se dedicaban a captar y recibir menores con fines de explotación sexual, al realizar la diligencia de visualización del teléfono celular de uno de los detenidos encontramos en sus conversaciones de WhatsApp que se comunicaba con un amigo que era policía y trabajaba en la Dirincri, a quien le pedía información si él estaba siendo investigado, porque le habían informado que “4 tombos en un auto plomo  lo  habían ido a buscar a una de las discotecas”, el amigo le respondió que buscando en la base de datos de la Dirincri por su nombre no había encontrado nada. En otra conversación con un técnico (PNP) X le decía que el patrullero había pasado por la discoteca y no le habían dado nada, “que recuerde que le debe la vida al mayor”, por lo que el investigado le respondió que “regrese que iba a encargar que le den los 30 (soles)”. Esta persona en efecto había tenido investigaciones en la comisaría del lugar, pero casualmente nunca concluyeron que era responsable de algún delito. Esperamos que ahora el resultado sea diferente.

Un caso más evidente tuvo lugar en septiembre de 2019, cuando se desarticuló una organización criminal de Trata que funcionaba bajo la protección del jefe de la División Criminal de la XV Macrorregión Policial de Madre de Dios, según la información, a cambio de dinero, protegía a la organización y avisaba de diferentes operativos contra la trata.

Respecto a protección por parte del personal que labora en el Poder Judicial



Aún no tenemos casos concretos, pero si muchas sospechas, respecto a las resoluciones que emiten, permitiendo la cesación de prisión preventiva, la reconducción del delito de Trata de Personas en agravio de menores por el delito de favorecimiento a la prostitución de menores.

Respecto a funcionarios que controlen estos negocios



Investigamos un caso de una adolescente de 13 años que nos explicó en la entrevista única en cámara gessell que cuatro efectivos policiales la usaban como “señuelo” para cobrar a los “interesados” en mantener relaciones sexuales con menores de edad, la suma de S/. 8000 soles, para eso ella llegaba al encuentro con el sujeto ingresaba al hostal y se iba al baño, desde allí les informaba el número de habitación, inmediatamente ingresaban los efectivos policiales, detenían al sujeto y le pedían dinero para liberarlo, perdió el teléfono celular que usaba para ello y no recordaba los números, en cuanto a las características que dio acerca de los sujetos eran muy vagas, no nos pudieron servir para identificarlos, el color y modelo del carro era muy común, al igual que las vestimentas de ellos  y el apelativo del jefe, por lo que no hubo forma de individualizarlos.

En otro caso, logramos advertir la participación de un efectivo policial que integraba una organización criminal dedicada a captar víctimas de Trata de Persona, mediante una falsa agencia de empleos para transportarlas al interior del país, por ello ese caso fue derivado a la fiscalía de Crimen Organizado, que obtuvo la captura de dicho sujeto y 12 personas más que integraban la organización, actualmente se encuentra purgando condena. (caso “Las mamis de Ceres”).

También hemos logrado obtener sentencia de 12 años de pena privativa de libertad para dos policías que han cometido el delito de Trata de Personas, para lo cual captaron a dos menores de edad haciéndoles creer que iban a ayudar a detener a “pedófilos”, les entregaron unos teléfonos celulares y les dijeron que serían “agentes de inteligencia”, luego, llevaron a las menores a hostales en los que se encontraban los clientes quienes habían hecho el pago previo para mantener relaciones sexuales con ellas y fueron forzadas.

Conclusión

Con la experiencia adquirida a lo largo de estos años, estamos alertas para perseguir no solo el delito de Trata sino delitos vinculados como el de corrupción de funcionarios,  sin embargo no es un trabajo sencillo, porque a veces el tema es de probanza, no siempre hay pedidos literales de dinero o de dádivas, no siempre hay constancia de la recepción, a veces esto se disfraza con palabras claves que emplean los tratantes, quienes apoyan a los tratantes o los funcionarios públicos involucrados, por ello hemos decidido ser más acuciosos para obtener mejores resultados.

A partir de eeste año hemos establecido una mejor comunicación con las fiscalías de corrupción de funcionarios y estamos comprometidos a efectuar una mejor coordinación de nuestros casos para evitar que se genere la impunidad en ese extremo, está pendiente realizar una reunión en la que podamos establecer protocolos o flujogramas de actuación conjunta.

Es cierto que la emergencia sanitaria nos está poniendo un poco de trabas con el desarrollo de las diligencias, que nos están dificultando ser tan pro activos como antes, sin embargo, esforzándonos con las medidas de bioseguridad adecuadas estoy segura que lograremos alcanzar nuestros objetivos.

Artículo escrito por Berenice Romero Ohama, Fiscal Provincial de la Fiscalía Provincial Corporativa Especializada en Delitos de Trata de Personas de Lima, Perú. 19 de Octubre de 2020